Tomando decisiones
A lo largo de nuestra vida, estamos constantemente tomando decisiones, desde la más pequeña hasta la de comer pechuga de pollo o ternera, pasando por el tipo de trabajo que elegimos. La toma de decisiones viene acompañada de nuestras emociones cambiantes, de nuestros éxitos y fracasos. Aprender a tomar decisiones de una manera mejor es crucial. Un buen enfoque de las decisiones tiene un impacto directo en el resultado de las cosas. En clase, hemos aprendido sobre los enfoques de la toma de decisiones, cada uno de los cuales se adapta a un entorno diferente, así como los pros y los contras de cada uno de estos enfoques.
Decisión por parte de la autoridad
El grupo genera ideas y mantiene debates abiertos, pero la decisión final la toma una persona.
-Apropiado cuando hay un claro experto en el tema en cuestión
– Muy rápido
– No maximiza los puntos fuertes de los individuos del grupo
– El grupo puede no dedicarse a aplicar una decisión tomada por una persona
Decisión por mayoría
El grupo celebra una votación sobre una cuestión concreta tras un periodo de debate. La mayoría gana.
-Utiliza la participación democrática en el proceso
– Rápido
– La tiranía de la mayoría a menudo abruma las opiniones de la minoría, lo que puede fomentar el faccionalismo
Decisión por minoría negativa
El grupo vota la idea más impopular y la elimina. Se repite este proceso hasta que sólo queda una idea.
– Democrático
– Útil cuando hay muchas ideas y pocos votantes
– Los miembros del grupo pueden sentirse resentidos por el hecho de que sus ideas sean votadas como impopulares
– Lento
Decisión por clasificación
Los miembros del grupo escriben individualmente las 5 (o menos) ideas que más les gustan, y luego clasifican cada idea del 1 al 5, siendo el 5 la mejor. Los votos se anotan en la pizarra y se suman. Se selecciona la idea con el total más alto.
– Incluye un procedimiento de votación y, por tanto, da la impresión de que la decisión final representa la opinión de cada persona.
– No es adecuado para los temas
– Lleva tiempo
– El juego de los números puede dar lugar a una decisión que nadie apoya plenamente
Decisión por unanimidad
Todos los miembros del grupo deben estar de acuerdo en que la decisión es la mejor.
-Los miembros del grupo saben que no tendrán que hacer nada que no aprueben
-Puede ser imposible llegar a un acuerdo unánime
Decisión por consenso
La decisión se discute y negocia hasta que todos los afectados por ella entienden y están de acuerdo con lo que se va a hacer. El consenso en la toma de decisiones significa que todos los miembros están realmente de acuerdo en que la decisión es aceptable.
– Todos los miembros sienten que han tenido la misma oportunidad de influir en la decisión y seguirán apoyando al grupo
– La mejor manera de tomar decisiones, si se dispone de tiempo
– Puede ser difícil llegar a un consenso
– Puede llevar mucho tiempo
Combinar ideas
En lugar de descartar una idea en favor de otra, el grupo busca las posibilidades de aplicar ambas o combinarlas en una sola solución.
– Se evitan las decisiones de tipo «o» .
– La aplicación puede llevar más tiempo, ya que se más de una idea.
Las decisiones que tomamos, además de lo ya expuesto, pueden clasificarse según diferentes criterios. En los siguientes seis puntos describiré las decisiones desde el prisma organizativo y empresarial.
Según la previsión
Si tenemos en cuenta el nivel de estructuración y de previsión con que las tomamos, podemos hablar de decisiones programadas y no programadas.
Decisión programada
Estas decisiones están previamente descritas y establecidas por algún tipo de normativa más o menos formal, y su ejecución se realiza en base a un cronograma. Son decisiones rutinarias y estratégicas que, en principio, son automáticas y de efecto inmediato.
Decisión no programada
No están programadas ni descritas en ningún texto normativo, y suceden como fruto de la interacción de la corporación con el entorno humano e institucional. Suelen ser espontáneas y suelen tener un alcance mayor en el tiempo.
Según la urgencia
Teniendo en cuenta el nivel de urgencia con que se tengan que tomar las decisiones:
Decisiones rutinarias
Cuando las circunstancias son parecidas y el contexto es también similar, es probable que las empresas busquen la forma de establecer ciertos mecanismos recurrentes para tomar decisiones.
Decisiones de emergencia
Cuando la situación es inesperada y no hay precedentes, las empresas deben tomar medidas especiales para adaptarse al desarrollo de los acontecimientos.
Según la trascendencia para la empresa
Las empresas deben funcionar correctamente en diversos ámbitos: desde las rutinas diarias hasta la comunicación con otras empresas o con las instituciones. En este sentido, podemos dividir las decisiones según este factor.
Estratégicas
Este tipo de decisiones inquieren sobre objetivos de la empresa y tratan de vehicular estas metas a planes de desarrollo específicos. Usualmente, este tipo de decisiones son las que guían las corporaciones hacia el éxito o el fracaso, puesto que marcan el camino a seguir. Son decisiones que suele tomar el director general, el gerente y/o los accionistas.
Operativas
Son decisiones imprescindibles para el buen funcionamiento de la organización y una de sus misiones es resolver los conflictos entre personas, tanto desde un punto de vista humano como laboral. Su manejo debe ser cuidadoso ya que las decisiones operativas también incluyen determinaciones sobre la contratación y los despidos.